sábado, 29 de octubre de 2011

Y tú ¿Qué es lo que no quieres olvidar?

Hace unos días estuve en una residencia de ancianos. Algunos jugaban cartas, otros mataban el tiempo viendo televisión y otros deambulaban por los pasillos comportándose como niños repitiendo frases sin sentido a quien tuviera un segundo que dedicarles. Quizás la expresión que mejor describía aquello fue la que utilizó la recepcionista cuando me dijo que "En realidad esto es como un colegio".


Sin embargo lo que más me impresionó era que las paredes estaban llenas de papeles, quizás escritos por los mismos usuarios. Todos comenzaban con una frase: "No me gustaría olvidar..." y más abajo, a mano, cada hoja tenía palabras tan contundentes como: "mis nietos", "mi pueblo", "mi mujer"...


Un día podría pasar. Un día tu cerebro podría dejar escapar por un sumidero todos tus recuerdos, y con cada gota tu identidad se desdibujaría como una acuarela mojada. Al fin y al cabo solo somos eso, un montón de experiencias que nos van convirtiendo en lo que somos.


Me pregunto cuál es el último recuerdo que se pierde antes de convertirte en un anciano que solo sonríe cuando le ofrecen plastilina para jugar. Cuál es esa experiencia que te mantiene anclado a tu personalidad y gracias a la cual quienes te aprecian te siguen reconociendo.


En fin, imagina que tuvieras que elegir solo un recuerdo, ese que quisieras preservar hasta el final porque sabes que mientras exista seguirás siendo tú mismo, o simplemente porque encierra ese momento de felicidad que nunca quisieras que se extinguiera ¿Cuál sería?